Con mucha y complacencia y humildad recibo solicitud de la
fundación Petronio Álvarez, que escriba desde mi perspectiva algo sobre la
cultura del Pacífico, bueno quiero decirles que este tema, me apasiona,
escribir sobre la esencia de lo que soy y lo que represento, es significar el
origen de mis abuelos, de mis tías, de mis padres, es un bocado exquisito que
me permito ofrecer en un corto texto que intentare no me pueda la emoción pero
si la objetividad.
Nací, en una hermosa ciudad Buenaventura, allí desde muy
pequeña, escuche los arrullos con los que desde mi casa se llevaba al niño Dios
los 24 de Diciembre a la iglesia de mi barrio en una enorme procesión que al
ritmo de una buena marimba y un Guasa, que tocaba mi mama, la maestra Teresa me
hacían sentir la mayor felicidad posible y empecé a entender la riqueza musical
que encierran los instrumentos con los cuales interpretamos nuestras melodías,
con el pasar de los años, Dios y la vida me permitieron llegar a la secretaría
de Cultura de Cali, y allí fue como dice mi amado primo William Vega, me metí
de lleno en el proceso del festival que recoge en su esencia nuestra cultura
ancestral, el festival de Música del pacifico Petronio Álvarez y de la mano de
personas inolvidables como German Patiño, María Helena Quiñones Yaneth Riascos,
Oliva Arboleda Hugo Candelario Gonzales entre otros, inicie un recorrido de
aprendizaje y de entrega total a una de las tantas expresiones culturales de
nuestro pacifico recóndito.
Tuve la fortuna de recorrer algunos pueblos: timbiqui, ciudad
que me enamoró por completo, Guapi la tierra de mis ancestros, Quibdó, ejemplo
de tenacidad y empuje, ístmina, pueblo rico, trabajador, ancestral, Tumaco,
Dios mío esa es otra cosa, y así sucesivamente almacene en mi corazón, todo lo
bello que encierra este territorio, el abrazo de sus gentes, la sonrisa clara y
diáfana, de sus mujeres, el andar rítmico y hermoso de sus hombres y la dulzura
de sus niños, empecé a entender, porque somos tan alegres a pesar de las
dificultades, es que la Marimba te sana el corazón, su melodía seca, ronca, te
traslada de una vez a la historia del pueblo negro, eso se lleva en la sangre,
es difícil en ocasiones entenderlo pero es así.
Nuestro festival, recoge el sentir de un pueblo, y es el
reconocimiento del aporte que nuestra cultura le ha hecho al país, Colombia es
plurietnico y multicultural, estos términos se reflejan cuando miramos con
detenimiento, como cada región tiene una expresión cultural propia, que nos
diferencia pero a su vez nos une como país.
Nuestro festival, encierra la magia del pacifico, la bondad
de sus gentes y el amanecer de un nuevo país en paz, allí los negros somos
anfitriones, atendemos a todos, enseñamos, nos divertimos pero ante todo,
hacemos de ese espacio un territorio de amabilidad, educación, dulzura,
sonrisas, abrazos, besos, y un cumulo de cosas lindas que por más duro que
tengamos el corazón lo sentimos.
Con la realización del festival Petronio Álvarez en Cali se
reconoce, que somos parte integrante de una sociedad que aunque inmersa en sus
propias dinámicas, es negra en esencia.
Pero no todo es bueno, hoy la dinámica del país, ha afectado
notablemente nuestra cultura y esto se refleja en la carencia de escuelas de
tradición oral y escrita en nuestros pueblos, el desarraigo ocasionado por la
falta de oportunidades para nuestros jóvenes, la ausencia de transmisión de
conocimiento de nuestra ancestralidad, la invención de valores, afectan la
riqueza que hace de nuestra región un mar de posibilidades, que aun, en pleno
siglo XXI es desconocido.
Cuando nuestro país entienda que es en este territorio donde
está el futuro de la Nación, tomara con seriedad las riendas del territorio y
hará de él un mejor lugar para vivir, pero respetando nuestras costumbres y
nuestras tradiciones que nos hacen únicos en el contexto Nacional, aunque no
somos los únicos.
Es hora de asumir con responsabilidad y con tesón las riendas
del futuro de nuestro territorio, estamos obligados a responderle a las futuras
generaciones por lo que construyamos depende de nosotros de nadie más, es
nuestra casa, nuestra historia y estamos obligados a hacer de ella un mejor
vivir para que el futuro no sea incierto para los nuestros y este cargado de
inmensas oportunidades como aquellas que nos brinda el océano pacifico y el
oleaje hermoso de sus aguas, que cobijan todos los días nuestra alma y nuestra
vida.
Hoy tenemos una enorme oportunidad, la nueva Ministra de
cultura, la Doctora Carmen Inés Vásquez es del pacifico, conozco su compromiso
y amor por esta tierra, con ella y con el apoyo de todos los negros
territoriales del litoral recóndito, alcanzaremos el tan anhelado desarrollo
cultural para nuestra región.
Gracias a todos por haber aportado tanto a mi vida, por los
inmensos momentos de felicidad vividos y por los eternos abrazos que llevo
tatuados en mi corazón.
Santiago
de Cali, agosto 14 de 2018
No hay comentarios:
Publicar un comentario