Marino Córdoba. Presidente de la Asociación Nacional de
Afrocolombianos Desplazados (AFRODES), agremiación que convoca 96
organizaciones de todo el territorio colombiano. En desarrollo de su actividad como activista del pueblo afro desplazado
ha tenido varios atentados.
Como líder comunitario en Riosucio,
Chocó, Marino Córdoba duró años peleando por el título colectivo de su tierra
alrededor del Bajo Atrato pero cuando finalmente obtuvo la titulación de las
tierras alrededor del río Truandó el 13 de diciembre de 1996 tuvo poco tiempo
para celebrar: siete días después, en la madrugada del 20 de diciembre, los
paramilitares atacaron este pueblo en el bajo Atrato del Urabá chocoano.
Marino llega a Bogotá desplazado de Riosucio en el año 1997, Vivió
en USA 11 años después de solicitar asilo político en el año 2002 y obtiene la ciudadanía
americana que le ha permitido aumentar la gestión de los desplazados de
Colombia.
El
lobby de Marino Córdoba empezó en el 2001. Con el apoyo de ONGs como Witness
for Peace, Wola, Transafrica y el US Office on Colombia, Córdoba se contactó
con la asistente del congresista John Conyers, uno de los fundadores del Black
Caucus, a quien había conocido unos meses atrás. Ella lo conoció en Colombia e
impresionada con la situación de riesgo de Córdoba le pidió a su jefe que le
ayudara a Marino a conseguir visa para Estados Unidos. Cuando ya llegó a
Washington como asilado, el viejo congresista de Detroit le concedió a Córdoba
cinco minutos para que hablara en la plenaria del Black Caucus sobre la
lamentable situación de los negros colombianos.
“Yo les conté mi
historia y cuando ellos escucharon que parte del trabajo que estaban haciendo
aquí estaba afectando a los afrocolombianos, se preocuparon”, dijo Córdoba por
teléfono a la Silla Vacía. “A partir de ahí se empieza a tomar cierto interés
en los afrocolombianos”.
Así entró el tema por
la puerta de atrás en la agenda bilateral pues los afrodescendientes
encontraron en el Black Caucus una palanca excepcional frente al gobierno. Esto
debido a que la coalición de congresistas negros -a la cuál pertenecía Obama-
es una ficha clave para Colombia porque sus 43 votos podrían inclinar la
balanza a favor o en contra del TLC y asegurar la continuidad del Plan
Colombia.
Córdoba se reunió
luego con otros congresistas del ala más izquierdista del Black Caucus como
Donald Payne y Cinthya McKinney, quienes desde entonces se convirtieron en
fuertes aliados de los afrocolombianos. McKinney ya no está en el Congreso.
Payne es miembro de
la Comisión de Asuntos del Hemisferio Occidental y muy cercano a Nancy Pelosi y
a Hillary Clinton. Tiene un largo récord de activismo por el respeto de los
derechos humanos en países del Tercer Mundo, sobre todo en el África.
Fiel a su historia,
la lucha de Córdoba se ha centrado en convencer a ONGs gringas y a los
congresistas de la necesidad de poner presión al gobierno colombiano para que
respete los derechos humanos de las negritudes, y en particular, su derecho a
los territorios colectivos y a la consulta de las comunidades afro previamente
a la ejecución de megaproyectos en sus territorios, asuntos que él considera se
verían vulnerados con la firma del TLC.
[1].
Ha sido:
Integrante del Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano, CONPA
Presidente de la Organización Campesina del Bajo Atrato-
Ocaba.
Trabajo en la Unidad Legislativa de Zulia Mena en la Cámara de
Representantes en el año 1997.
El Consejo Nacional de Paz Afrocolombiano-CONPA, es
una instancia de coordinación de acciones entre todos aquellos procesos
organizativos afrocolombianos que comparten el interés y el compromiso de
contribuir desde una perspectiva étnica afrocolombiana a la “Mesa de
Conversaciones para la Terminación del Conflicto entre el gobierno nacional y
la FARC-EP, la Mesa de Conversaciones que se adelante con el ELN y otros
espacios que conlleven a la Construcción de una Paz Estable y Duradera en
Colombia”, y a los procesos sociales e institucionales que conllevaran el
post-conflicto.
Nuestro
objetivo es la construcción de propuestas colectivas y consensuadas entre los
procesos organizativos participantes, las cuales serán comunicadas y promovidas
dentro de los mecanismos institucionales que se vienen desarrollando o se
crearán en el marco de la negociación de la paz y el post-conflicto. Por eso
seguiremos trabajando como pueblo Negro, Afrocolombiano, Raizal y Palanqueros
para educar, producir pronunciamientos y acciones sociales en favor de
nuestras comunidades, como actores sociales y constructores de vida, buscando
con ello que seamos escuchados e incluidos como grupo étnico en los distintos
escenarios de construcción de paz con justicia social y diferencial.[2]
@CordobaMarino
fELICITACIONES MARINO: GENTE ECHADA PA DELANTE ES LA QUE NECESITA COLOMBIA, OJALA MUCHOS SIGAMOS SU EJEMPLO PAR A HACER DE NUESTRA PATRIA UNA COLOMBIA NUEVA, LLENA DE PAZ VERDADERA, CUANDO TODOS ESTEMOS EN UN RENGLON DE IGUALDAD SOCIAL, ECONOMICA, LOGRANDO ESE AVANCE ESPIRITUAL QUE TANTO NECESITAMOS. ADELANTE.
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