Nacido en Guapi en 1930 y fallece el 15 de mayo de 2018 en Santiago de
Cali. Desde temprana edad consagró su vida a la interpretación de instrumentos
típicos de la región del litoral pacífico. Uno de los mayores conocedores y uno de los mejores intérpretes de la
marimba de chonta o Piano de la Selva. Su agrupación,
Gualajo, ha viajado a varias ciudades de Francia, Suiza y Alemania. Así mismo,
en 1983 representó a Colombia en el Festival Le Vigne y en el año 2008 en el
Festival del Imaginario en París.
En total, a los 60 años el maestro ‘Gualajo’ ha grabado seis discos
RECONOCIMIENTOS:
- El XIII Festival de Música
del Pacífico Petronio Álvarez rindió homenaje a José Antonio Torres
“Gualajo” maestro de la marimba en la versión año 2009.
- Catalogado por el Ministerio
de Cultura como el mayor conocedor y mejor intérprete de la marimba de
chonta, que ha sido reconocido por el Ministerio de Cultura con la Medalla al Mérito Cultural (mayo
de 2008) que por los logros del músico en el exterior y en la conservación
de los ritmos del pacífico.
- El 29 de Diciembre de 2008
fue coronado como el primer rey de la Marimba en la primera versión del
Festival de la Marimba (Gobernación del Valle)
Tomado de El espectador (19 de mayo de 2008): El destino
musical de José Antonio Torres lo marcaron su padre, músico y fabricante de
instrumentos, y la mujer que lo recibió el día que llegó al mundo en Guapi
(Cauca). “El nacimiento mío fue casi sobre los instrumentos. La partera me puso
sobre una marimba para cortarme el condón umbilical. Así como la marimba me acarició,
ese día, yo la estoy acariciando ahora”.
Desde muy pequeño, a José Antonio su padre lo bautizó Gualajo, pues lo
comparaba con ese pez que nada libre por las bahías. Y aunque creció en una
comunidad de pescadores, fue la música, herencia familiar, el oficio que eligió
para su vida.
En los 50 años que lleva dedicado a este arte, Gualajo se ha consolidado como
uno de los marimberos más importantes del país y uno de los representantes de
la música autóctona del Pacífico sur.
Músico de tradición
Su conocimiento de la marimba chonta, el instrumento que lo ha acompañado desde
que nació, es total. Él las fabrica con sus manos, con la base de madera, las
teclas de chonta y guadua, pues en casa no sólo aprendió a interpretarla, sino
la técnica de construcción. Todavía recuerda que siendo muy niño sobrepasaba a
los demás aprendices de música que buscaban a su padre para conocer el oficio.
Los sonidos que lo inspiran para componer sus letras y melodías nacen en la
selva, al igual que los materiales para construir la marimba. Por esto, a él lo
llaman El pianista de la selva, título de su más reciente producción.
Para Gualajo, la mejor fuente de inspiración está ahí: “Mis bundes, currulaos,
aguabajos y demás aires del Pacífico los alimento, por ejemplo, con los sonidos
del cantar de los pájaros o de las víboras, en fin, de todas aquellas melodías
que sólo produce la selva”.
Esta última producción hace énfasis en los aguabajos, el más comercial de los
aires del Pacífico. El disco combina las composiciones del maestro con las
voces de las cantaoras Juana Angulo y Gladis Beatriz, ‘Titi’, Bazán, así como
los temas urbanos de Exequiel Sinisterra.
Embajador musical
Su música lo ha llevado por varios países como representante de la cultura
colombiana. En 1983 participó en el Festival Le Vigne de París, además ha sido
invitado a escenarios de España, Estados Unidos y Rusia. Son esos viajes por el
mundo su más grande orgullo, pues le hacen sentir como un gran embajador de su
gente.
Gualajo dejó su natal Guapi hace 12 años. Ahora, vive en Cali de su música y de
los instrumentos que fabrica, entre ellos cununos, bombos y guasás, todos para
interpretar la música del Pacífico. Sin embargo, no siempre se dedicó al
folclor. “La vida mía ha sido la música, pero sé trabajar otros artes, por
ejemplo, he trabajado la energía, la pesca y la agricultura, pero siempre he
vuelto a la música para darle un descanso a mi mente”.
José Antonio Torres es un hombre de palabras sencillas y hablar pausado, y con
la humildad que lo caracteriza dice de sí mismo: “Cuando empecé en esta tarea
todos me llamaban sólo Gualajo. Bastaron años de experiencia y muchos
sacrificios para recibir el nombre de maestro”. Personaje No. 72