Teodoro Rodríguez Caicedo. Activista-Medico. Ideólogo entre otros de la Ley 70 1993. Promulgador ante diferentes Entes Gubernamentales y entre la comunidad de las ACCIONES AFIRMATIVAS para comunidades negras-afrocolombianas.
Nació el
1 Julio de 1936, en la población de La Alianza, Parroquia
de Timbio- Cauca, municipio de El Tambo (Cauca); fundada por su padre BENIGNO
RODRIGUEZ MOSQUERA, líder comunitario, nieto del Coronel JOSÉ EUSTAQUIO RODRÍGUEZ y Concejal
Vitalicio del Municipio de El Tambo
(Cauca).
El Dr. Teodoro fue:
Concejal de El Tambo desde los 20 años de edad en 1956, 1976-1978, 1978-1980 y de 1980-1982.
Profesor de anatomía del Instituto Márquez de San Jorge en Funza- Cundinamarca.
Médico Rural del Corregimiento San Pedro de Urabá (Antioquia), en la Presidencia de la Junta de Acción Comunal , con la colaboración del Profesor Chocano , Sandalio Mena Gamboa , el Señor Cura Párroco Heriberto Zapata y el Excelentísimo Señor Obispo de Santa Fe de Antioquia, se gestionó por autoconstrucción 15 kilómetros del tramo de carretera de San Pedro a la Hacienda de Alejandro Támara, conectando así ,a San Pedro con Valencia (Córdoba ) y Montería.
De igual manera, con esas colaboraciones se gestionó con
la Gobernación de Antioquia, la presencia de la Corporación para el desarrollo
de Urabá, CORPOURABA, para que actuara en el sector, construyendo la carretera
del sitio denominado El Tres, municipio de Turbo, hasta San Pedro de Urabá, pasando por los corregimientos de
Santa Catalina y San José de Urabá, conectando a Turbo con Montería. Esta
carretera, se ha convertido en vía alternativa de conexión de Medellín con la
Costa Atlántica, cuando la carretera de cuarta generación que existe, por
alguna razón se tapona.
Con la sensibilidad humana de este grupo, después de
proteger el manantial de la Quebrada Aguas claras, llevamos agua por gravedad
en tubería subterránea a la plaza central de la población de San Pedro de
Urabá, cabecera del corregimiento.
Comisionado por la Secretaria de Salud del Cauca a
controlar una Epidemia de Sarampión en
el Municipio de Timbiquí, en su estadía de 6 meses , gestiono con
el Instituto Colombiano de
Reforma Agraria INCORA , la
titulación de 1500 hectáreas
de baldíos de la Nación,
para 30 familias ,
vinculando al proyecto $ 10.000.000
para créditos blandos.
Por la vocación de mineros artesanales de esa comunidad, solo 6 familias
accedieron al programa.
Jefe de Planeación del Instituto de Seguros Sociales,
Seccional Cauca. 1980. En este cargo logra la inclusión del grupo familiar como beneficiarios del trabajador. Realiza el Plan Decenal de
Salud de la Institución. Gestiono la
construcción de la Clínica del Seguro Social del Municipio de Puerto Tejada
- Cauca, que había sido propuesta 15
años atrás y propuso la construcción de la Clínica del Seguro Social,
de Popayán, en un lote de propiedad de la
Institución.
Médico del
Congreso de la República de Colombia 8 años.
Cofundador con
Vicente Murrian Mosquera y Cesar Torres Fiascos de la ASOCIACION NACIONAL PARA EL
DESARROLLO Y LA DEFENSA DE LOS PUEBLOS DEL LITORAL PACIFICO- ASOPACIFICO.
Comisionado por votación entre los ocho representantes de
los 300 delegados de la Junta
Nacional de la Sociedad Civil en el proceso
Pre constituyente.
Consultivo Distrital de Comunidades Negras, en donde fue precursor del acuerdo
Distrital 175 de 2005 por el cual se crea la política pública Distrital para
las comunidades negras en Bogotá DC
Consultivo de Alto Nivel de las Comunidades Negras.
Entre sus propuestas se destaca la política de desarrollo empresarial
para las comunidades negras, a partir de ahí se creó una línea de
fortalecimiento especial para las empresas de empresarios negros en el
Ministerio de turismo industria y comercio.
Creo el Consejo Nacional de Cultura de las Comunidades
Negras, en ese espacio reunió a todos los cultores negros del país para la
formulación de una política pública de desarrollo cultural de las comunidades
negras en Colombia.
Consejero Nacional de Cultura de
las Comunidades Negras. Gestionó
la compra de libros de autores y escritores negros.
Impulsó la inclusión de la variable étnica en la historia
clínica.
RECONOCIMIENTOS
Reconocido como uno de los 100 afrocolombianos del Siglo
XX por el centro de Estudios Politicos y Sociales del Pueblo Afrocolombiano (CEPSAFRO)
Premio
Distrital Benkos Bioho
2011. Año Internacional del
afrodescendiente-Reconocimiento a las personas que han aportado a la grandeza del pueblo negro, afrocolombiano, raizal
y palanquero en Bogotá D.C.
Premio Guachupe de Oro por Liderazgo Afrocolombiano. Bogotá
D.C. Agosto 2004
Otorgado por Fundación
Cultural Colombia Negra- Fundada
y dirigida por la Maestra Esperanza Bioho Perea.
HUMANISTA
El Doctor Teodoro Rodríguez Caicedo, fallece el día 5 de mayo de 2021 en la ciudad de Bogotá D.C. Hasta sus últimos días, se encontraba ideando proyectos productivos para poblaciones vulnerables rurales y urbanas, con el objetivo de apoyar a las comunidades en su desarrollo social y económico. El 17 de mayo de 2021, su esposa Soledad del Carmen Martínez, sus hijos Nubia Rodríguez M, Nelly Rodríguez M, Roció Rodríguez M, Teodoro Rodríguez M. Indira Rodríguez R, Édinson Rodríguez C. junto a sus amigos , familiares y la Consultiva Distrital de Comunidades Negras le ofrecieron un sentido homenaje- virtual. Por haber sido un excelente médico que, con un gran sentido social, trabajo en pro de todas las comunidades y en especial por sus comunidades negras, fue maestro, activista social, político honesto, un líder en todos los sentidos. El creía en la capacidad creativa y renovadora del ser humano donada por Dios Padre, fué sensible al otro, a su dolor, a sus carencias y defensor férreo de las causas justas.
El cumplió a cabalidad lo que anota el
Doctor Fernando Sánchez Torres (Profesor Honorario de la Universidad Nacional
de Colombia), en su libro Cómo debería ser el Médico? … “No en vano el médico
por derecho propio y por concesión bien ganada, es un líder nato de la sociedad
“(p.25).
Dios te tiene en su Gloria Doctor
Teodoro Rodríguez Caicedo.
VIDA POLITICA DEL MEDICO TEODORO RODRIGUEZ CAICEDO
Por Melanio Zuñiga
Todo ser humano tiene algo que contar. Bien sea sobre una situación, un acontecimiento o un relato real o ficticio, siempre hay una historia digna de atención.
Cuando esa historia real tiene que ver con la vida
de una persona, puede contener tantos datos como su autor lo merecía, pero lo
mejor será que incluya toda la información importante. Aquello que sea
necesario conocer para entender el resto de hechos que se han generado en su
vida.
Bajo esta premisa, me permito, respetuosamente hacer un asomo a la
vida política del médico TEODORO RODRIGUEZ CAICEDO, un hombre demasiado
sensible y generoso frente a los demás y sus necesidades, que nunca presumió de
acreditación de méritos. Con un físico que era una mezcla de rey africano y
pintoresca de aristócrata británico por sus modales elegantes.
Conocí al doctor Rodríguez Caicedo, ejerciendo como
médico en mi natal municipio de Timbiquí (Cauca) a finales de la década de los
60s, siendo yo aun un adolescente que a tientas identificaba el nombre del
partido liberal, pero que independientemente de poder entender los alcances de
su filosofía me seducía.
Su llegada al municipio de Timbiquí, por aquella época un pueblo inhóspito,
aislado del mundo y sin las más mínimas condiciones de salubridad, solo se
entiende a partir de su natural interés y compromiso por servir a las
comunidades negras desde cualquier lugar del país; ya que el mismo se dio por
comisión y encargo especial de la Secretaria de Salud del departamento del
Cauca para tratar de controlar el agudo brote de epidemia de sarampión que
padecían sus habitantes.
Por aquella época, su ejercicio profesional se hizo
muy notorio y esperanzador para los habitantes del municipio, debido a que el
medico no se limitaba solamente a permanecer en la cabecera municipal, sino
también a hacer periplos frecuentes y largos por los pueblos y distantes caseríos
de la zona rural; escenario que aprovecho además para inducirlos a titular sus
tierras con el Incora.
Sus
inicios políticos en su natal municipio de El Tambo, más exactamente en el
corregimiento de Quilcase la Alianza, se aviene a sus ancestros guerreros y
familiares de su abuelo, el Coronel José
Eustaquio Rodríguez, que lo hacían reflexionar
constantemente sobre cómo los seres humanos deberían ordenar nuestra
convivencia en sociedad; induciéndolo a encaminar su accionar político dentro
del partido liberal, liderado entonces, con gran reconocimiento a nivel del
municipio y el departamento por su padre Benigno Rodríguez y otros dirigentes
del partido.
Seducido por el liberalismo como ideología que se origina
en Europa a consecuencia de las transformaciones hincada en el siglo XVII y
consolidadas en los siguientes dos lustros, entiende el doctor Rodríguez desde
joven, que es el camino ideal para abordar e intervenir en los ambientes
económico, político, social, cultural y normativo, que se orienten a la igualdad, democracia, justicia y el bien común para generar
mejores condiciones de vida para la gente.
El
doctor Teodoro concebía la política como el fundamento del poder, y su
militancia como la necesidad de administrar, de dirigir, por el interés y el
bien común y el bien de todos, lo cual tiene una preeminencia sobre los
intereses particulares que colocan al individuo por encima del Estado, bajo la
idea de una ley superior o ley natural, la dignidad humana, el derecho natural
a la libertad, a la propiedad y la teoría social del orden espontáneo.
En
sus inicios políticos fue un entusiasta y aguerrido militante del partido,
miembro del comité local en Quilcase La Alianza, del directorio liberal en el
municipal y el departamental del del Cauca. Destacado como unos de los mejores
estudiantes de bachillerato del Liceo de la
Universidad del Cauca, en donde dejaba ver desde entonces sus dotes de líder
político y comunitario.
Concejal desde los 20 años de edad
en 1956 y sucesivamente durante los periodos de 1976 a 1978, 1978 a 1980 y
de 1980 a 1982; condición que le valió para que se le reconociera
posteriormente como concejal emérito y vitalicio del Municipio de El Tambo
(Cauca).
Como hombre emotivo, vehemente y sensible, logra trascender y
posicionarse como uno de los dirigentes liberales jóvenes más destacados en el
directorio liberal departamental, en donde competía con luz propia con
personajes de ancestros políticos y de fino linaje de la sociedad Payanesa como
Jorge Aurelio Iragorri Hormaza, Guillermo Alberto González Mosquera, Omar Henry
Velasco, y otros corraciales del norte del Cauca como Natanael Diaz, Marino
Viveros y Elcias Martan Góngora de Guapi, en la costa pacífica, entre otros;
que luego trascendieron a la vida pública nacional como parlamentarios,
ministros o diplomáticos.
Preocupada la dirigencia política liberal del departamento del
Cauca por el gran liderazgo del doctor Rodríguez Caicedo, terminan propiciando
y presionando condiciones para evitar su participación, reconocimiento y
escogencia como posible candidato al Congreso de la Republica a principios de
la década del 70; situación que lo llevo a residenciarse en la ciudad de Buenaventura,
donde lograr vincularse por su reconocimiento dentro del partido como medición
de la empresa Puertos de Colombia y del seguro
social.
En esta ciudad logra posicionarse como uno de los mejores y más
prestigiosos médicos y reconocido dirigente del partido liberal, que regentaban
dirigentes y Congresistas como Néstor Urbano Tenorio, Eusebio Muñoz Perea, Carlos
Situ López, Silvano Garcés Rentería, Edgar Roberto Carabali Mallarino, Maclovio
Ocoro Hernandez, entre otros; época en la que realizaba ya mis estudios de
bachillerato en el acreditado colegio Pascual de Andagoya de Buenaventura.
El apasionamiento por su tierra pudo más que el espacio ganado
como prestigioso profesional y dirigente político del partido en esta
importante ciudad, y termina cediendo a los halagos de aquellos dirigentes del
liberalismo caucano que le habían cerrado las puertas entonces, y de decide
aceptar en 1980 la Jefatura de Planeación del Instituto de Seguros Sociales,
Seccional Cauca, cargo desde el cual logra la inclusión del grupo familiar como
beneficiarios del servicio médico trabajador. Igualmente realiza el Plan
Decenal de Salud, gestiono la construcción de la Clínica del
Seguro Social del Municipio de Puerto Tejada - Cauca, que había sido propuesta
15 años atrás, y la construcción de la Clínica del Seguro Social de la
ciudad de Popayán.
Cumplido su ciclo laboral en dicha posición, decide trasladarse a
la ciudad de Bogotá en donde nuevamente presta sus servicios como médico del
seguro social con lujo de competencia, a tal punto que los pacientes que
acudían a los consultorios se peleaban la posibilidad de contar con su amena
atencion.
A mediados de los años 80s, con el aval político de su
copartidario y otrora contendiente en el Cauca, Guillermo Alberto González
Mosquera, Representante a la Cámara por el partido liberal, logra vincularse
como medico del Congreso de la Republica, cargo en el que se desempeño durante
8 años, y desde el cual lograr apoyar a muchos de sus coterráneos, sin importar
la procedencia o condición.
Por esta época se discutía y logra aprobar en el congreso la Ley
70 de 1993, conocida como ley de negritudes, que termina permeándolo por su
proyección y alcances para las comunidades negras de Colombia, y convirtiéndolo
en uno de sus mayores exponentes y dirigentes afros a nivel nacional.
Su visión y estatura política no se limitó solamente a los
escenarios políticos referidos y por tanto trascendió la cotidianidad y se situó
en el escenario nacional, pues consideraba que los negros de Colombia se
merecían mejores oportunidades. Decide entonces desde el Congreso promover en
compañía de otros coterráneos como los doctores Cesar Augusto Torres Riascos,
Vicente Murrain Mosquera, Amir Smith Córdoba, Bertha Inés Perea Diaz, Víctor Leguizamón,
Melanio Zuñiga Hernandez y otros, crear la Asociación para el Desarrollo de los
Pueblos del Pacifico “ASOCPACIFICO”; entidad desde la cual promueve la creación
del departamento del pacifico sur, que tendría como capital la ciudad de
Buenaventura, iniciativa que lamentablemente no fructifico como si se hizo con
la creación del departamento del Caquetá por la misma época, por falta de apoyo
y voluntad política de los Congresistas del Cauca, Nariño y Valle del Cauca.
En el 2002, cual joven entusiasta y militante apoya la elección a
la Cámara de Representante por la Circunscripción Especial de Negritudes de la
medallista olímpica María Isabel Urrutia Ocoro, porque consideraba que era la
mejor oportunidad que tenían los negros para construir y consolidar un partido
política en el país, que permitiera integrar a las mayorías. Lamentablemente
sus sueños iban en contravía del querer de la congresista y quienes agenciaban
su movimiento.
El medico Teodoro Rodríguez Caicedo, siempre
defendió aquello que creía justo con una firmeza casi inflexible. Muchas veces
le oí decir: “lo que sucede en este país no es justo”. Me enorgullece sobre
manera haber podido contar con el privilegio de ser su amigo, y de compartir
sus largas y filosóficas disertaciones que tanto ilustraban a sus contertulios.
Por: Néstor Raúl Charrupi Jiménez.
TEODORO RODRIGUEZ. Para quien no lo conocieron personalmente, aunque no fui
su contemporáneo, les cuento la historia que me sedujo de su personalidad: se
trataba de un hombre inmenso, no solo por lo grande, pues media más de 1.90 cm,
sino por sus luchas, casi que en solitario, realizó por la diáspora Africana.
Aunque lo que más me atrajo de la historia de este hombre fue: quizás, la
perseverancia y compromiso contra la desigualdad y la inclusión de los afros
colombianos, sin prejuicios, a la dinámica social mayoritaria de la nación.
En efecto, se trataba de un médico Clínico de la Universidad Nacional, de
hace varias lustros, concientizado al máximo por la parte social que emana
provechosamente de dicho claustro universitario; ya profesional y “afiebrado”
con servirle a su gente, se viene desde la capital de la republica hasta su
natal valle del Patía, el que pertenece al municipio del Tambo Cauca Colombia.
Ya en su pueblo decide organizar políticamente a su gente en el partido
liberal, en aquel entonces este partido se encontraba a la izquierda del
espectro político nacional, desde el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán; cuentan
los políticos de aquel entonces, que no solo, organizo a las negritudes e
indígenas de su municipio, sino los del vecino municipio, llamado Patía; parece
una cacofonía de patías, pero lo que define la calidad de patíano es ser
riberano del susodicho rio Patía.
Semejante osadía política la de pretender tomarse esos dos municipios, lo
convertirían prácticamente en jefe político del Cauca. Pretensión que le truncaron
de una manera simple, pero perversa y tramposa: Aprovecharon que la señora
madre del doctor Teodoro estaba viviendo en Buenaventura en la baja mar.
Torcidos profesionales de la política colombiana, conociendo la sensibilidad
familiar del médico, lograron que este se marchase de ipso facto y presuroso
desde el Tambo Patía, con destino a Buenaventura aprovechando precisamente el
día de la convención, donde se ungiría como jefe, estos aviesos políticos de
Popayán valiéndose de un calanchín que igualmente vivía en Buenaventura le
enviaron un telegrama al doctor Teodoro, manifestándole que su señora madre
agonizaba, y que pedía con clemencia, poder verlo personalmente antes de
expirar; lo cual, desde luego, era falso, gozando dicha señora, antes por el contrario
de excelente salud.
En aquel entonces, tal viaje duraba en ir y venir unos cuatro días; los
cuales fueron suficientes para que estos politiqueros de Popayán, aprovechando
su ausencia, cundieran la falsa noticia: que se había “volado”, produciendo
desconcierto y desazón entre sus seguidores, oportunidad que, los jefes
políticos caucanos, le entraron rápidamente para aprovechar semejante botín
electoral.
Estos extraños y pestilentes vericuetos, desde luego, antiéticos de la
“política”, exacerbaban al máximo el ánimo de Teodoro y decidió marcharse
nuevamente para la capital de la república, donde en solitario emprendió una
epopeya lucha en pos de la igualdad y por la inclusión de los afros.
Afortunadamente en vida, pudo ser merecedor de muchos premios y
reconocimientos, por haber sido impulsor de las más importantes leyes referidas
a la discriminación racial, la equidad y la inclusión, hasta el día de hoy, que
se han hecho en este país.
Ahora le ha acontecido la muerte, ya con las nieves de los años y el deber
cumplido sobre su cabeza, ofrezco mis sentidas condolencias a su esposa, hijos
y amigos, solo deseo para el: Paz en la tumba, de este benemérito luchador de
las negritudes y en nombre de las mismas le expreso profundos agradecimientos
por la enseñanza que deja: la dignidad de su lucha, sobre todo el auto
reconocimiento de todos los afros; y pobres colombianos. QDP.
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