La determinación es similar a la tomada hace dos años de liquidar a la ESE Salud Chocó, entidad que previamente había sido intervenida por la Superintendencia.
El procedimiento adoptado y las consideraciones expuestas por los funcionarios que tomaron la decisión son similares en ambos casos. Se argumenta que la entidad tiene altos pasivos, entre ellos los laborales, que cada mes crecen el déficit y los embargos, que la entidad es "inviable", que los corruptos utilizan documentos falsos por el desorden de los archivos, etc.
En Dasalud se repite la misma fórmula neoliberal aplicada en los últimos quince años en la Electrificadora del Chocó, en las Empresas Públicas de Quibdó, EPQ, en la Lotería del Chocó, en la Empresa de Licores del Chocó, en la Caja del Magisterio del Chocó, en ESE Salud Chocó. Si la norma lo permite, el gobierno nacional interviene la entidad, la debilita, agudiza su crisis y luego la liquida, tirando los trabajadores a la calle y acrecentando el desempleo y el hambre en la región. Si existen disposiciones que impiden la intervención, aprietan más el cuello al departamento con convenios de desempeño o acuerdos de reestructuración de pasivos y lo obligan a automutilarse, como ocurrió con la Lotería y la Licorera.
Para llenar el vacío dejado por algunas de las entidades liquidadas, se crean nuevos organismos, ya sean públicos o privados, con personal en condiciones laborales esclavizantes, sin contratos a término indefinido, donde hacen su agosto las falsas cooperativas de trabajo, donde lo general son sueldos paupérrimos, contratos a tres meses, más horas de trabajo, carencia de primas y cesantías.
Es un disparate total creer que la crisis institucional se soluciona deteriorando y maltratanto las condiciones laborales de los trabajadores. Es al revés. El mejoramiento de las condiciones de vida de los trabajadores es uno de los requisitos esenciales para elevar la calidad de la prestación de un servicio.
El gobierno nacional liquida a la institucionalidad pública del Chocó. Pero no ejecuta la liquidación de manera abrupta y generalizada, para evitar un levantamiento popular. La hace en forma programada y gradual, este año esta entidad, el próximo año la otra. Los sectores dominantes del poder en Colombia desprecian al pueblo chocoano, no atienden sus angustias. El Ministro de Hacienda del gobierno de Uribe, Alberto Carrasquilla, resumió esa política cuando expresó sin desparpajo alguno que "el Chocó es una carga para el país".
En resumen, las intervenciones que el gobierno nacional ha efectuado en el Chocó no han aportado recursos económicos ni soluciones a los males que originan los problemas. Solo han servido para tender cortinas de humo y estigmatizaciones generalizantes, han aumentado la corrupción y el desorden, han llevado las entidades a la liquidación, a negociados y entregas a consorcios privados y han violado los derechos regionales.
Tomado del Editorial del Periodico Choco 7 dias
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